Esperando en Dios - Andrew Murray
martes, 6 de octubre de 2009
Solamente en Dios descansa mi alma; de El viene mi salvación. (Salmo 62:1)
Si la salvación viene verdaderamente de Dios, y es enteramente obra suya, como fue nuestra creación, resulta, de modo natural, que nuestro principal deber es esperar en El para que haga la obra como a Él le agrade. El esperar pasa a ser el único camino para llegar a la experiencia de la plena salvación, el único camino, en realidad, de conocer a Dios como el Dios de nuestra salvación. Todas las dificultades que se pueden esperar, impidiéndonos la plena salvación, tienen su origen en esto: el conocimiento y la práctica deficientes de esperar en Dios. Todo lo que la Iglesia y sus miembros necesitan para la manifestación del gran poder de Dios en el mundo es regresar a nuestro lugar debido, el lugar que nos corresponde, lo mismo en la creación que en la redención, el lugar de una dependencia absoluta e incesante en Dios. Esforcémonos por ver cuáles son los elementos que hacen esta espera en Dios bendita y necesaria. Puede sernos de ayuda para descubrir las razones por las que la gracia es tan poco cultivada, y sentir lo infinitamente deseable que es que la Iglesia, y nosotros mismos, descubramos este bendito secreto a cualquier precio.
Si la salvación viene verdaderamente de Dios, y es enteramente obra suya, como fue nuestra creación, resulta, de modo natural, que nuestro principal deber es esperar en El para que haga la obra como a Él le agrade. El esperar pasa a ser el único camino para llegar a la experiencia de la plena salvación, el único camino, en realidad, de conocer a Dios como el Dios de nuestra salvación. Todas las dificultades que se pueden esperar, impidiéndonos la plena salvación, tienen su origen en esto: el conocimiento y la práctica deficientes de esperar en Dios. Todo lo que la Iglesia y sus miembros necesitan para la manifestación del gran poder de Dios en el mundo es regresar a nuestro lugar debido, el lugar que nos corresponde, lo mismo en la creación que en la redención, el lugar de una dependencia absoluta e incesante en Dios. Esforcémonos por ver cuáles son los elementos que hacen esta espera en Dios bendita y necesaria. Puede sernos de ayuda para descubrir las razones por las que la gracia es tan poco cultivada, y sentir lo infinitamente deseable que es que la Iglesia, y nosotros mismos, descubramos este bendito secreto a cualquier precio.
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11:29 p. m.
Etiquetas: Andrew Murray, Doctrina, Libros, Predicadores notables
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