La gloria de la resurección - E. M. Bounds
martes, 15 de septiembre de 2009
Todo el sistema de Jesucristo está basado en la inmortalidad del hombre. No es la idea o la suposición de la inmortalidad del alma, sino de la inmortalidad del hombre. Todo el hombre, en su naturaleza dual o trina, ha de vivir para siempre. El espíritu o departamento más elevado desafía a la muerte; el cuerpo ha de volver de las ruinas y de la cárcel de la muerte y ser resucitado a la vida. El hombre inmortal: todo el hombre, alma, cuerpo y espíritu, esta es la clave y punto esencial de la redención de Cristo. La naturaleza inmortal del alma ha sido enseñada en las filosofías de la tierra, paganas y cristianas, pero la resurrección del cuerpo es una doctrina distintivamente cristiana. Pertenece a la revelación de la Palabra de Dios. Se halla en la Biblia y en ninguna otra parte. La naturaleza puede tener ecos, remedos, analogías, figuras; pero, en ninguna parte se halla la doctrina afirmada plenamente, plenamente asegurada, sino en las Escrituras que contienen la voluntad de Dios revelada.
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