La autoridad delegada
viernes, 16 de diciembre de 2011
Existe una gran responsabilidad para aquellos que tienen algún tipo de autoridad que les ha sido delegada. Esa responsabilidad es mayor ante los ojos de Dios que la que Èl le requiere al resto del pueblo.
Ejemplo: A causa de un error cometido en el ejercicio de sus funciones Moisés y Aarón no entraron en la tierra prometida, sin embargo Dios perdono varias veces al pueblo rebelde y desobediente, es más aún está en sus planes.
Requisitos para aquellos que tienen algún tipo de autoridad delegada
1. Debe saber que toda autoridad viene de Dios (Romanos 13: 11), y que también Dios pedirá cuentas de cómo y con que motivación se ejerce
2. Debe mantenerse en comunión constante con Dios y con su autoridad humana (Juan 5: 19-30).
3. Debe negarse a si mismo y testear permanentemente en cuanto a su sujeción, disciplina y obediencia.
4. Nadie puede ejercer autoridad si no está bajo autoridad. (Romanos 13: 1) por lo tanto debe reconocer autoridad sobre él y dar cuentas a la misma (Mateo 8: 9)
La obediencia es superior a la obra.
Somos carlas leídas, vistos por todos, si pretendemos ser autoridad debemos ser ejemplo de obediencia. Ser autoridad delegada es algo muy serio. Otra vez citemos a Watchman Nee:
“No hay nada más grave ni que se considere con más severidad que el que una autoridad delegada actúe mal. Cada vez que ejercemos autoridad debemos pedir estar unidos a Dios. Si cometemos un error, debemos separarlo rápidamente de Dios para no incurrir en un juicio. Antes de decir algo, procuremos conocer la mente de Dios; y sólo después de conocerla podemos hacerlo en su nombre. Moisés no podía pretender que lo que había hecho en las aguas de Meriba lo había hecho en el nombre del Señor. No seamos necios, sino aprendamos a temer y temblar delante de Dios. No pronunciemos juicio irreflexivamente; antes dominemos nuestro espíritu y refrenemos nuestra lengua, especialmente cuando seamos provocados. Hay veces cuando podemos recibir perdón después de caer en la mano gubernativa de Dios, pero no siempre sucede esto. Entendamos claramente que no hay que ofender el gobierno de Dios”
Los necios son orgullosos, aprendamos a ser humildes y sumisos, cuando somos confrontados aprendamos con humildad y corrijámonos, los necios al ser confrontados con sus errores se permiten el resentimiento y la ira, aunque la guarden y no la manifiesten, su corazón ya ha sido contaminado y a la larga o a la corta esto se manifestará. Watchman Nee pone hincapié en que ante de ser autoridad debemos aprender a someternos. Dice textualmente:
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